Una operación global de aplicación de la ley resultó en la incautación de $200 millones en efectivo y activos digitales, además del arresto de 270 individuos en 10 países, según anunció el jueves el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Mediante la llamada "Operación RapTor", las autoridades afirman que lograron desmantelar redes de drogas de la darknet que alimentan la epidemia de fentanilo, marcando la mayor incautación hasta la fecha bajo una iniciativa conocida como J-CODE.
Las autoridades confiscaron más de dos toneladas métricas de drogas, 144 kilogramos de sustancias mezcladas con fentanilo, 180 armas de fuego y cientos de millones en activos de criptomonedas, según el comunicado del DOJ publicado el jueves.
La operación, liderada por el equipo conjunto de aplicación de opioides y darknet del DOJ en coordinación con Europol y docenas de agencias internacionales, apuntó a vendedores de drogas y mercados en Austria, Brasil, Francia, Alemania, Países Bajos, Corea del Sur, España, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos.
Establecido en 2018, J-CODE busca detectar, interrumpir y desmantelar las empresas criminales más prolíficas que dependen de internet o tecnología avanzada para facilitar el tráfico de opioides.
"Esta histórica incautación internacional de armas de fuego, drogas mortales y fondos ilegales salvará vidas", dijo la Fiscal General Pam Bondi en un comunicado. "Los criminales no pueden esconderse detrás de pantallas de computadora o buscar refugio en la dark web".
La misión señala la creciente preocupación sobre cómo las criptomonedas están siendo aprovechadas para traficar opioides y lavar ganancias.
Mensajeros de dinero vinculados a cárteles han canalizado al menos $5.500.000 en stablecoins como USDT a proveedores chinos de precursores de fentanilo, según un reporte de marzo de Chainalysis, que reveló lo que la firma denominó una "economía on-chain del fentanilo".
Previamente, TRM Labs reportó que el 97% de los vendedores de químicos chinos encuestados aceptaban criptomonedas, revelando cómo las stablecoins se han convertido en infraestructura crítica para las redes globales de tráfico.
Entre ellos estaba el nacional iraní Behrouz Parsarad, acusado en Ohio y sancionado por la OFAC del Tesoro de Estados Unidos en su primera acción como miembro de J-CODE por operar Nemesis Market, una plataforma de darknet que vendía opioides y ocultaba ganancias a través de billeteras cripto.
Los fiscales federales presentaron cargos similares contra Rui-Siang Lin, quien operaba Incognito Market, "uno de los mercados de narcóticos más grandes en internet", con él declarándose culpable en diciembre de conspiración de narcóticos, lavado de dinero y venta de medicamentos mal etiquetados.
Justo esta semana, Telegram cerró Haowang Guarantee, un extenso mercado negro vinculado a más de $27.000 millones en transacciones ilícitas a través de la economía de estafas cibernéticas de Asia.
Descrito por la firma blockchain Elliptic como "el mercado negro alimentado por criptomonedas más prolífico jamás visto en línea", Haowang Guarantee traficaba con USDT lavado, identificaciones falsas y herramientas para fraude industrializado, a menudo explotando víctimas atrapadas en complejos de estafas.
Recientemente, Pedro Inzunza Noriega y su hijo, Pedro Inzunza Coronel, fueron acusados en California por tráfico de fentanilo en medio de reportes que vinculan su facción del Cártel de Sinaloa con lavado basado en criptomonedas a través de intermediarios chinos.