Visa, una de las redes de pago más grandes del mundo, anunció recientemente su programa “Intelligent Commerce”. Esta iniciativa permite a los agentes de IA buscar, recomendar y completar compras de los consumidores, marcando un paso audaz en la evolución del sistema de pagos tradicional.
Representantes de CreditCoin, Kite AI y Space ID dijeron a BeInCrypto que, si bien el movimiento ofrece una comodidad sin precedentes para el usuario, también genera ansiedad por ceder el control financiero a un sistema autónomo.
El amanecer del comercio autónomo
Al lanzar Intelligent Commerce, Visa anunció formalmente una nueva era del comercio que probablemente seguirán otros gigantes de pagos. De alguna manera, el anuncio era inevitable. Con el rápido auge de la inteligencia artificial (IA), las empresas que desean mantenerse a la vanguardia están apresurándose a integrar sus características en sus productos y servicios.
De hecho, la iniciativa de Visa es notable. Usando el programa Intelligent Commerce, los consumidores delegarán efectivamente su poder de compra a sistemas autónomos. Estos agentes tomarán las decisiones de compra analizando los datos del usuario y considerando los límites establecidos por el consumidor.
Meet Visa Intelligent Commerce: AI agents that can find, shop and buy for consumers – from discovery to post-purchase – delivering a more personal, more secure experience. #VisaProductDrop pic.twitter.com/gergCNiSpD
— Visa (@Visa) April 30, 2025
Todo el proceso cambia el paradigma de los métodos de pago tradicionales:
“No solo estás entregando un método de pago; estás delegando el poder de toma de decisiones a un agente de IA. Eso aporta una capa completamente nueva a la identidad y autonomía del consumidor. En lugar de iniciar sesión en tu banco o realizar el pago en un sitio web, ahora le estás diciendo a un sistema inteligente, ‘Aquí están mis reglas; ve y toma decisiones en mi nombre.’ Es el comienzo de identidades de gasto programables”, explicó Tae Oh, fundador de CreditCoin, a BeInCrypto.
La infraestructura tecnológica que sostiene el sistema en sí también es notable.
Asegurando pagos impulsados por IA con tokenización
En el programa Intelligent Commerce de Visa, la tokenización es fundamental para proporcionar una funcionalidad sin problemas. Cuando los usuarios conectan su tarjeta Visa a un agente de IA en el programa Intelligent Commerce, los detalles de su tarjeta no se almacenan ni se comparten directamente con la IA.
En su lugar, los sistemas de pago seguros de Visa y las claves de acceso autentican al usuario, y luego la información de su tarjeta se convierte en un token digital. Este proceso crea una “tarjeta lista para IA”, permitiendo que el agente de IA interactúe solo con este token en lugar del número de tarjeta sensible en sí.
Visa wants to give AI Agents "tokens" so they can pay without you ever seeing a checkout page.
— Simon Taylor (@sytaylor) May 26, 2025
Visa's CEO told investors this is their #1 priority.
Here's how it will work 👇 pic.twitter.com/AnZw3uGwJV
Junto con la tokenización, Visa también ha desarrollado una capa adicional de seguridad destinada a ofrecer mecanismos de defensa proactivos. Este programa está diseñado para satisfacer una clara necesidad en el mercado. Ofrece compras sin esfuerzo a través de agentes de IA para aliviar la carga de las personas con cargas de trabajo pesadas:
“Lo más crítico es el avance en la infraestructura de tokenización, permitiendo que la información sensible de la tarjeta sea reemplazada por tokens digitales seguros incrustados dentro de los agentes de IA. Estos tokens facilitan transacciones seguras y sin problemas sin exponer las credenciales reales de la tarjeta. Igualmente significativo es el desarrollo de sistemas de análisis de riesgo en tiempo real y detección de fraudes que trabajan en conjunto con la IA”, explicó Scott Shi, CTO y cofundador de Kite AI.
¿Cómo transformará la IA el gasto del consumidor?
Si están bien diseñados, programas como Intelligent Commerce podrían reducir significativamente el estrés. Los consumidores nunca olvidarían pagar una factura, y su IA optimizaría constantemente para cumplir con las restricciones presupuestarias:
“Darán a las personas más libertad al hacerse cargo de algo que típicamente consume mucho tiempo. El gasto impulsado por IA podría convertirse en un salvavidas para madres ocupadas, por ejemplo, pero también para cualquiera que no sea muy bueno con el presupuesto o sea bastante impulsivo en sus gastos. Eliminaría esa tentación”, dijo Alice Shikova, Líder de Marketing en SPACE ID, a BeInCrypto.
Este enfoque disruptivo afectaría enormemente las estrategias de marketing de las marcas si se adopta a gran escala. En lugar de atender a individuos, necesitarían atraer a un algoritmo:
“El impacto podría ser profundo. Los agentes de IA entrenados en los patrones de gasto consentidos de un individuo pueden desviar el poder del branding y el marketing emocional hacia el rendimiento funcional. Si tu IA sabe que prefieres productos sostenibles, puede omitir activamente las opciones mainstream a favor de alternativas ecológicas, incluso si estas últimas tienen un reconocimiento de marca más débil”, señaló Shi, cofundador de Kite AI.
Se espera que el programa también conduzca a recomendaciones de productos más relevantes para los consumidores, ayudándoles a encontrar artículos previamente pasados por alto. De alguna manera, esto nivela el campo de juego para las marcas más pequeñas.
Sin embargo, los beneficios potenciales de estos sistemas son actualmente condicionales, ya que numerosos obstáculos, especialmente barreras psicológicas, podrían impedir su aceptación generalizada.
Visa CEO Ryan McInerney says the company is launching AI agents that will shop and pay on your behalf.
— vitrupo (@vitrupo) May 1, 2025
With partners like OpenAI and Perplexity, Visa is enabling AI credentials, spending rules, and merchant trust — turning payments into infrastructure for agents, not just… pic.twitter.com/kUbtwMddXm
El elemento humano: La confianza como prerrequisito
Programas como “Intelligent Commerce” de Visa dependen de un grado supremo de confianza. No todos pueden sentirse inclinados a otorgar a los sistemas autónomos permiso sobre cómo manejan sus finanzas:
“Estamos programados para querer control sobre nuestro dinero. Para muchos, incluso usar el pago automático para las facturas es un desafío. Así que cuando la IA comienza a hacer compras discrecionales, incluso pequeñas, puede crear ansiedad o dudas. ‘¿Realmente necesitaba eso?’ se convierte en ‘¿Mi IA siguió mis preferencias?’ Y eso introduce un nuevo tipo de distancia emocional del gasto”, subrayó Oh.
Aunque estos sistemas pueden ser sin fricciones, a veces un poco de fricción es necesaria cuando se trata de gastar. Una pausa antes de presionar el botón de compra puede ser muy útil para evitar el consumo excesivo. La gran cantidad de información personal que estos agentes tendrán sobre los datos de los clientes es otra razón para la desconfianza.
¿Quién es responsable cuando la IA hace un mal uso?
Aunque la infraestructura de tokenización de Visa protege los datos sensibles, sus medidas de seguridad no son exhaustivas. Al mismo tiempo, Visa es, por ahora, el único sistema de pago global que ofrece estos servicios. Según un informe reciente, Visa procesó casi 234 mil millones de transacciones solo en 2024, con su volumen de pagos alcanzando 13,2 billones de dólares.
Estas cifras son impresionantes, pero también particularmente atractivas para los actores malintencionados:
“Si tu comportamiento financiero está siendo procesado y almacenado por unos pocos grandes actores, se convierte en un objetivo altamente atractivo, no solo para hackers, sino para el mal uso por parte de las propias plataformas. ¿Quién controla esos datos? ¿Pueden ser transferidos a otros servicios? ¿Pueden los usuarios revocar el acceso por completo? Estas son preguntas de gobernanza que no han sido completamente respondidas”, dijo Oh a BeInCrypto.
Mientras tanto, tener un acceso tan completo a los datos plantea serias preguntas sobre la privacidad del usuario. Si un agente de IA hace un mal uso de la información o la explota, no está claro quién sería responsable:
“La recopilación de datos de gasto hiperpersonalizados abre una caja de Pandora de problemas de gobernanza y privacidad. ¿Quién posee estos datos: el usuario, el proveedor de IA o Visa? ¿Qué pasa si esos datos se venden, se filtran o se reutilizan?” dijo Shi.
Si bien esta tecnología es indudablemente innovadora, su éxito a largo plazo depende de cómo se implemente.
Más allá del beneficio: El impacto social de la IA
Para que los sistemas de pago impulsados por IA sirvan genuinamente a la sociedad, el “contrato de confianza” fundamental debe priorizar las necesidades humanas sobre las ganancias financieras. Si esto no sucede, muchas consecuencias negativas podrían afectar a los clientes:
“Existe el potencial de una homogeneización algorítmica, donde las preferencias de la IA comprimen la diversidad del consumidor y refuerzan las marcas populares o preintegradas. Además, este nivel de delegación financiera podría habilitar una nueva forma de capitalismo de vigilancia, donde los datos de gasto se convierten en una mercancía premium”, señaló Shi.
La forma en que se implementen estos sistemas también puede llevar a la exclusión de ciertos sectores de la sociedad:
“Las personas que no son muy expertas en tecnología, como los ancianos, podrían quedar completamente rezagadas. Cualquiera que aún esté luchando por entender los teléfonos inteligentes o las aplicaciones bancarias estaría completamente perdido con los agentes de IA”, destacó Shikova.
Los desarrolladores deben planificar cuidadosamente las herramientas educativas que acompañan a estos nuevos métodos de pago. De lo contrario, habrá mucho espacio para la explotación:
“Si no tenemos cuidado, corremos el riesgo de profundizar la brecha digital. Estas herramientas requieren confianza, infraestructura y acceso a datos, y esos no están distribuidos equitativamente. Las personas que no entienden completamente las decisiones de la IA o que carecen de acceso digital confiable pueden quedar rezagadas, o peor, ser explotadas por sistemas mal diseñados o depredadores”, concluyó Oh.
Con cada cambio tecnológico viene un cambio cultural. En un mundo cada vez más digital que no muestra signos de desaceleración, las industrias necesitan crear barreras que prioricen la humanidad sobre el mero afán de lucro. Esa es la forma más sostenible hacia un futuro saludable.