Un tribunal federal de Estados Unidos condenó a 71 meses de prisión a Magdaleno Mendoza, por su papel en IcomTech, un esquema Ponzi a gran escala de criptomonedas que afectó principalmente a personas hispanohablantes. La sentencia se llevó a cabo en las últimas horas por el juez Paul G. Gardephe.
El anuncio fue realizado el 18 de diciembre por el fiscal del Distrito Sur de Nueva York, Jay Clayton, quien destacó que Mendoza, de 56 años y ciudadano mexicano, se aprovechó de la falta de experiencia financiera de sus víctimas y de la confianza generada alrededor del sector de las criptomonedas.
En julio de 2025, el acusado admitió su responsabilidad penal al declararse culpable de los cargos por conspiración para cometer fraude electrónico y por haber reingresado ilegalmente a Estados Unidos.
De acuerdo con la causa judicial, IcomTech fue fundada en 2018 como una empresa de minería y trading de criptomonedas que prometía rendimientos diarios garantizados.
Sin embargo, nunca realizó esas actividades. En su lugar, utilizó el dinero de nuevos inversores para pagar a otros participantes y sostener una apariencia de rentabilidad. Mientras tanto, los promotores desviaban fondos para su beneficio personal.
Según las autoridades, Mendoza ocupó un rol clave dentro de la organización y mantuvo contacto directo con el fundador del esquema. Como otros líderes de la red, recorrió distintas ciudades de Estados Unidos organizando eventos presenciales, exposiciones y charlas comunitarias para captar inversores.
En varios casos, exhibía autos de lujo y ropa costosa como prueba de un supuesto éxito financiero. Incluso llegó a organizar presentaciones en su propio restaurante en el área de Los Ángeles, donde recibía inversiones en efectivo.
Varios de los integrantes de IcomTech han enfrentado condenas en procesos independientes. Entre ellos figuran David Carmona, fundador del proyecto. También Marco Ruiz Ochoa, quien se presentaba como su director ejecutivo, Gustavo Rodríguez, responsable del desarrollo web, y los promotores David Brend, Juan Arellano y Moses Valdez, todos hallados culpables por su participación en el esquema Ponzi.
Falsas ganancias, retiros bloqueados y un token sin valor
Las víctimas podían seguir sus «ganancias» a través de un portal en línea, pero la mayoría nunca logró retirar el dinero. Con el paso del tiempo, comenzaron las quejas por bloqueos, demoras y cargos ocultos.
Conforme crecían los reclamos, los operadores del esquema optaron por lanzar un token propio, el «Icom», con el argumento de aportar liquidez a IcomTech. Según sus promesas, este activo ganaría un alto valor en el futuro, una vez que distintas empresas lo aceptaran como medio de pago.
El esquema colapsó hacia fines de 2019, cuando IcomTech dejó de realizar pagos. La justicia estadounidense reportó que, tras su caída, Mendoza continuó promoviendo al menos tres proyectos fraudulentos similares. Las autoridades también confirmaron que el acusado residía ilegalmente en Estados Unidos desde hacía décadas y que las fuerzas migratorias lo deportaron al menos en cuatro ocasiones.
Además de la pena de prisión, Mendoza deberá pagar 789.218 dólares estadounidenses (USD) en concepto de restitución a las víctimas y una confiscación por un importe de USD 1,5 millones. También se le ordenó renunciar a su interés en su vivienda en California adquirida con fondos provenientes de la estafa.
En 2025, la ofensiva de las autoridades estadounidenses contra el crimen vinculado a las criptomonedas no se ve solo en este caso. Como informó CriptoNoticias, en los últimos días fiscales federales avanzaron en una causa contra redes juveniles que, mediante técnicas de ingeniería social, se apropiaron de cientos de millones de dólares en activos digitales para sostener un lujoso estilo de vida.
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