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Esta semana, la situación del mercado amplio de criptomonedas empeoró perceptiblemente como consecuencia de varios factores amenazantes como el aumento de tasas en Japón. El token nativo de Ethereum (ETH) fue uno de los mayores castigados al perder la barrera de los $3.000 por moneda. Esto a pesar de la tendencia de acumulación de las ballenas durante las últimas semanas.
Por ejemplo, recientemente se registraron importantes transacciones de ETH desde exchanges hacia carteras de acumulación. Entre ellas se destaca una de 6.480 monedas que salieron de Binance hacia una dirección desconocida. Sin embargo, esta tendencia no fue suficiente para impulsar el optimismo de los capitales.
Desde el pasado lunes, el precio de ETH entró nuevamente en una fase aguda de liquidaciones que le hicieron perder los $3.000 por moneda. El miércoles, una nueva oleada de ventas provocó que el precio retrocediera nuevamente tras una breve recuperación, lo que se refleja con el -2.67% en 24 horas que muestra el portal CoinMarketCap. Mientras tanto, en el plazo semanal la moneda muestra dobles dígitos negativos.
Este contexto refuerza la narrativa bajista en el corto plazo, la cual se ampara en la desconfianza de los inversores hacia el desempeño del token. En líneas generales, se puede decir que la acumulación de las ballenas tiene un peso inferior a la presión que rodea al mercado.
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Las condiciones de mercado rebasaron la influencia de la acumulación de las ballenas
Una tendencia consistente (no necesariamente masiva) de las ballenas en términos de compras puede generar optimismo en el resto de los inversores. Así, las carteras minoristas se sienten confiadas de que el dinero inteligente se mueva favorablemente hacia un activo cripto particular. Sin embargo, ese no ha sido el caso en el contexto actual de Ethereum.
La razón es que las condiciones de mercado tienen un peso mayor en el sentimiento de los inversores. Ahora, el principal factor de peso es la expectativa de un aumento de las tasas de interés por parte del Banco de Japón (BoJ). El encuentro se producirá este 19 de diciembre, es decir, en pocas horas considerando la diferencia horaria.
Los efectos de esta medida podrían ser considerables, dado que perturba el constante flujo de capitales hacia los activos de riesgo en EE. UU. representados por el carry trade.
Básicamente, este flujo se deriva del diferencial de los operadores que piden préstamos en yenes para comprar activos en mercados con altas tasas. Al subir la tasa en Japón hasta límites no vistos en casi 3 décadas, las ganancias por diferencial se minimizan considerablemente.
Esta radical sequía en términos de liquidez podría provocar una nueva ronda de estrés en el mundo de las criptomonedas. Esto es razón suficiente para que los inversores vean esto como algo mucho mayor a la influencia de la acumulación de las ballenas.
Otros factores a considerar
A pesar de este ambiente poco alentador en el corto plazo, el mercado de los Estados Unidos no es dependiente de Japón. Al ser la principal potencia económica y financiera global, cuenta con los mecanismos para obtener liquidez por otras vías.
Este 2026 se espera que el flujo de entrada aumente como derivado de los aranceles y acuerdos con otras naciones. Asimismo, el debilitamiento del mercado laboral obligaría a la Reserva Federal a acelerar el paso de los recortes a la tasa de interés.
Estos últimos elementos permiten determinar que el precio de Ethereum no está condenado a una tendencia bajista desastrosa para los inversores.