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«El ciclo de bitcoin ya no es de burbuja y explosión, es de actualización tecnológica»

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En un panorama donde la minería de Bitcoin enfrenta desafíos crecientes, como la concentración de poder computacional y los impactos de los halvings cíclicos, la industria busca innovaciones para mantener su resiliencia.

El hashrate global, que mide la potencia de procesamiento de la red, alcanzó niveles récord en 2025 impulsado por avances en hardware y la expansión hacia regiones con energía abundante y barata. A pesar de los buenos registros, hechos recientes en China están reconfigurando esta situación actualmente, como lo ha reportado CriptoNoticias.

Más allá de esta situación, preocupaciones sobre la centralización en unos pocos pools dominantes persisten, al tiempo que el halving de 2024 ha forzado una reestructuración operativa, eliminando jugadores ineficientes y fomentando una profesionalización del sector.

Sobre estos temas y más conversamos con Alejandro de la Torre, CEO y cofundador de DMND Pool, quien en la actualidad lidera iniciativas para descentralizar la minería mediante tecnologías como Stratum V2.

La creciente concentración de hashrate en pools ha generado debates sobre la salud de la red Bitcoin. De la Torre enfatiza la necesidad de diferenciar matices críticos en este fenómeno.

«Es crucial distinguir entre la concentración de hashrate (quién posee las máquinas) y la concentración de la construcción de plantillas de bloque (quién decide qué transacciones entran). Lo segundo es el verdadero riesgo de censura», explica.

Históricamente, los pools han controlado ambos aspectos, creando vulnerabilidades centralizadas que podrían comprometer la integridad. Sin embargo, el ejecutivo ve un horizonte positivo gracias a Stratum V2, que DMND ha adoptado activamente.

Alejandro de la Torre (centro) explica que cada cuatro años el halving obliga a retirar del mercado las flotas de máquinas menos eficientes. Fuente: Alejandro de la Torre LinkedIn / Bitcoin MENA Conference.

Esta tecnología redistribuye el poder, permitiendo que los mineros individuales tomen decisiones sobre las transacciones, mientras los pools se limitan a funciones de agregación.

La concentración visual en los gráficos es preocupante para el observador casual, pero la arquitectura subyacente se está descentralizando tecnológicamente. El futuro es infraestructura robusta donde el pool sirve al minero, no lo controla.

Alejandro de la Torre, CEO de DMND Pool.

Esta evolución, según nuestro entrevistado, mitiga riesgos de puntos de fallo únicos, fomentando una red más resistente y alineada con los principios descentralizados de Bitcoin.

El ciclo de bitcoin está vigente, pero es distinto

En cuanto a los ciclos de cuatro años, marcados por los halving que reducen a la mitad las recompensas por bloque, De la Torre sostiene que siguen vigentes, aunque con un enfoque más maduro.

«Desde nuestra óptica industrial y operativa, el ciclo de 4 años sigue plenamente vigente, pero ya no lo medimos por la especulación del mercado, sino por el ciclo de renovación de hardware y eficiencia operativa», detalla.

Para los mineros institucionales, el halving actúa como un «shock de oferta» que impone una selección natural, obligando a actualizar flotas y optimizar costos.

Este patrón, de acuerdo con De la Torre, se divide en tres fases: una de purga post-halving, donde operadores con altos costos y equipos obsoletos salen del mercado; una de consolidación, con redes más eficientes en términos de joules por terahash; y una de expansión, donde los sobrevivientes reinvierten.

«Por lo tanto, el patrón de 4 años no ha terminado; simplemente ha madurado. Ya no es un ciclo de ‘burbuja y explosión’ para turistas, sino un ciclo de actualización tecnológica y purga de ineficiencias que dicta el ritmo de la industria minera profesional», explica De la Torre.

Esta visión industrial subraya cómo los halving no solo afectan precios, sino que impulsan la innovación y la sostenibilidad operativa en el sector.

Stratum V2 como posible empuje para la minería de bitcoin en Latinoamérica

Latinoamérica, con su abundancia de recursos energéticos renovables, representa un terreno fértil para la minería, pero enfrenta obstáculos como la conectividad remota.

De la Torre destaca cómo Stratum V2 aborda estos desafíos, posicionando a la región como competidora global. «En DMND vemos a Stratum V2 no solo como una mejora de software, sino como una pieza crítica de infraestructura industrial, especialmente para mercados como LATAM donde la geografía y la conectividad presentan retos únicos», señala.

La eficiencia en el ancho de banda es clave en zonas aisladas, como hidroeléctricas en selvas o instalaciones energéticas en las que no se aprovecha eficientemente el gas residual.

Stratum V2, al ser binario, reduce el consumo de datos comparado con el protocolo V1, permitiendo operaciones estables.

«Esto significa que una granja minera en la Patagonia o en la selva paraguaya puede operar con la misma eficiencia de red que una en Texas, eliminando la desventaja geográfica de la latencia y los stale shares (participaciones obsoletas de los mineros o que llegan a destiempo)», explica De la Torre. Esta optimización nivela el campo, haciendo viable la explotación de energías subutilizadas en la región.

Las declaraciones de De la Torre proyectan un futuro donde la tecnología descentraliza el poder en la minería de Bitcoin, beneficiando a regiones emergentes como Latinoamérica.

criptonoticias.com