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Tras hundirse hasta los USD 98.000, Bitcoin (BTC) logró recuperar algo terreno y cotizar por encima del umbral psicológico de los USD 100.000.
En paralelo, una métrica crucial llamada Estimated Leverage Ratio (ELR) registró una caída abrupta debido a la salida masiva de inversionistas ante el aumento de la tensión geopolítica.
El índice se desplomó a -0,25 en solo tres días, un nivel no visto desde el impacto de la prohibición minera en China en 2021, cuando llegó a -0,35, aunque en ese caso la caída ocurrió durante un mes entero.
Huida del riesgo en medio de la incertidumbre
Según un análisis de CryptoQuant, esta contracción repentina del ELR indica una ola de desapalancamiento, donde tanto las liquidaciones forzadas como los cierres voluntarios de posiciones han reducido el interés abierto en los mercados de derivados.
El detonante inmediato es, evidentemente, la escalada del conflicto entre los Estados Unidos e Irán, que ha sumado una nueva capa de incertidumbre a unos mercados ya frágiles.
La caída acelerada del apalancamiento muestra que los traders están abandonando posiciones agresivas en masa, anticipando más volatilidad. Aunque esto refleja cautela en el corto plazo, CryptoQuant señala que estos episodios de pánico también pueden abrir oportunidades estratégicas para quienes operan con visión a largo plazo.
Aun así, el entorno actual es altamente impredecible. Las operaciones con apalancamiento se han vuelto más peligrosas y reflejan una fase de recalibración del mercado, que podría estabilizarse o deteriorarse más dependiendo de cómo evolucionen las condiciones macro y geopolíticas.
El ciclo alcista sigue con vida
A pesar de la sacudida reciente, los datos on-chain apuntan a una notable resistencia por parte de los holders de largo plazo, que optan por mantener sus posiciones intactas.
Un indicador clave en este contexto es el promedio móvil de 30 días del Binary Coin Days Destroyed (CDD), que se ha mantenido por debajo del umbral crítico de 0,8 y alcanzó un pico cercano a 0,6 antes de comenzar a disminuir. Esto sugiere que los inversores veteranos no están moviendo sus monedas antiguas ni realizando ventas importantes.
Aunque el mercado muestra señales de enfriamiento tras un periodo de fuertes subidas, la falta de actividad de distribución por parte de estos holders indica que el ciclo alcista permanece intacto. Como ha sucedido en ciclos anteriores, Bitcoin tiende a avanzar en escalones: pausa, consolida y luego vuelve a subir.
La actividad on-chain moderada y el sentimiento apagado podrían, paradójicamente, estar preparando el terreno para el próximo tramo alcista. La historia muestra que BTC suele dispararse con más fuerza precisamente cuando el mercado baja la guardia.