En un mundo donde la transparencia de bitcoin (BTC) debería ser su mayor fortaleza, los instrumentos financieros opacos amenazan su esencia.
Bitcoin fue creado como un sistema financiero que prometía revolucionar la confianza en los activos globales, otorgándole a sus usuarios la posibilidad de verificar en tiempo real cada transacción, cada moneda y cada bloque en una cadena pública e inmutable.
Esta apertura rompió con siglos de opacidad en activos tradicionales como el oro, cuya oferta real depende de estimaciones y mediadores.
Sin embargo, más de una década después de lanzada la moneda digital, una nueva preocupación emerge en el horizonte: el «bitcoin de papel», una versión sintética del activo que amenaza con erosionar la transparencia que define a Bitcoin.
¿Qué es el «bitcoin de papel»?
En finanzas, «de papel» describe instrumentos que replican el precio de un activo sin poseerlo físicamente.
Por ejemplo, los ETF de oro o los futuros de petróleo ofrecen exposición sin custodia directa.
En bitcoin, productos como ETF, fondos o notas estructuradas funcionan igual, rastreando el precio sin que los inversores posean las monedas.
«Estos instrumentos facilitan el acceso, pero pueden desvincular a los inversores del activo real si los emisores no son transparentes», explica CoinShares. Esto introduce riesgos como la falta de respaldo 1:1 o contrapartes poco fiables.
Lecciones del «oro de papel»
La historia del «oro de papel» ofrece un precedente. Desde los años sesenta, el comercio de oro se trasladó a “mercados opacos, especialmente en Londres”, donde el 70% de las transacciones mayoristas ocurren fuera de bolsa, dice CoinShares.
Bitcoin, apodado en ocasiones como «oro digital», está adoptando estructuras financieras similares. Futuros, opciones, ETF y productos basados en custodia han ganado terreno, especialmente tras la aprobación de los ETF de bitcoin en Estados Unidos en enero de 2024.
Sin embargo, esta evolución plantea un dilema: ¿están estos instrumentos replicando los mismos errores del oro, sacrificando transparencia por conveniencia?
Un escándalo que encendió alarmas
En septiembre de 2024, acusaciones contra el exchange Coinbase, custodio de ETF como el iShares Bitcoin Trust gestionado por BlackRock, intensificaron las preocupaciones. Se alegó que emitía pagarés en lugar de bitcoin real.
Aunque Brian Armstrong, CEO de Coinbase, y una figura prominente en la industria, Adam Back, desmintieron las acusaciones, el episodio generó desconfianza. En redes sociales, el término «bitcoin de papel» ganó fuerza.
La proliferación de «bitcoin de papel» sin verificación sólida podría devolvernos a un sistema donde los inversores no puedan confirmar el respaldo de los activos, contradiciendo el espíritu de Bitcoin.
Pruebas de reservas: ¿solución o espejismo?
Tras el colapso de FTX en 2022, la industria adoptó la prueba de reservas (PoR) para garantizar que las plataformas posean los activos que declaran.
Sin embargo, CoinShares advierte: «Las reservas pueden inflarse temporalmente antes de auditorías, y no hay estándares universales».
Entre las empresas de tesorería de bitcoin que cotizan en bolsa, solo la japonesa Metaplanet que alcanzó los 10.000 BTC en sus tenencias como lo reportó CriptoNoticias, permite verificar sus tenencias de forma independiente. Gigantes como Strategy, aunque líderes, no han estandarizado esta práctica.
Los riesgos de la opacidad
Bitcoin ofrece una transparencia única, pero publicarla no es simple. Revelar direcciones públicas expone a las empresas a ataques como el dusting, donde actores maliciosos envían pequeñas cantidades de criptoactivos para rastrear o comprometer al propietario.
A pesar de esto, la red permite soluciones como auditorías avanzadas. Sin embargo, la ingeniería financiera avanza más rápido que la verificación, y la opacidad amenaza con replicar los errores del oro, señala CoinShares.
Un llamado a la acción
CoinShares enfatiza: «Los inversores deben exigir certeza criptográfica, no solo comodidad».
Esto implica priorizar productos y empresas transparentes, como Metaplanet, y presionar por estándares más altos. La comunidad de bitcoin puede liderar este cambio, adoptando herramientas de la red para garantizar auditorías confiables sin sacrificar seguridad.
La amenaza del «bitcoin de papel» es evitable. Al exigir responsabilidad a las instituciones y promover mejores prácticas, los inversores pueden preservar la promesa de Nakamoto: un sistema sin necesidad de confianza, auditable y transparente, indica la firma de inversiones.
Permitir que instrumentos opacos dominen el mercado sería un retroceso a los sistemas que Bitcoin buscó superar.
El «bitcoin de papel» representa una encrucijada. Los instrumentos financieros han democratizado el acceso a bitcoin, pero su opacidad pone en riesgo su transparencia fundacional.
La solución está en anclar la innovación financiera a los principios de verificación y descentralización. Con la red de Bitcoin y la voluntad de exigir certeza, podemos asegurar que Bitcoin siga siendo lo que siempre fue: un faro de confianza en un mundo financiero opaco.