Las criptomonedas no aguantaron el empuje alcista con el que empezaron la semana y se tiñen de rojo. El bitcoin (BTC) cede alrededor de un 2%, al igual que el ethereum (ETH), y se mueven en los 87.500 y los 2.960 dólares, respectivamente.
El resto de las 'altcoins' registra caídas similares. Binance coin (BNB), XRP, solana (SOL), tron (TRX), dogecoin (DOGE) o chainlink (LINK), entre otros tokens, caen por debajo del 3%. Más abultadas son las caídas en hyperliquid (HYPE), que alcanzan el 4%, y, sobre todo, en monero (XMR), que se hunde un 8%.
Según algunos analistas, la volatilidad observada en las criptos se produce tras la expiración de más de la mitad de los 52.000 millones de dólares en interés abierto en el 'exchange' de derivados criptos Deribit. El interés abierto es la cantidad total de contratos de derivados que siguen activos, es decir, que no han sido cerrados, liquidados ni han expirado. El cierre de estas posiciones puede generar volatilidad debido al ajuste que realizan los inversores.
"Esta expiración de fin de año marca la culminación de un año definido por la madurez institucional y un cambio de ciclos especulativos a un superciclo impulsado por políticas", apunta Jean-David Pequignot, director comercial de la criptobolsa.
El nivel de "máximo dolor", es decir, donde los 'traders' pierden más dinero se encuentra en los 96.000 dólares, una cifra que ahora mismo parece inalcanzable para el criptoactivo rey. Ello, explica Pequignot, ha motivado a los inversores a adoptar posturas más defensivas, comprando 'puts' (contratos que apuestan por una caída) entre los 85.000 y los 70.000 dólares, aunque a medio plazo un número importante de inversores ven al bitcoin subiendo por encima de los 100.000 dólares y renovando máximos
Otros analistas, como Alex Kuptsikevich, analista jefe de mercado en FxPro, destacan que los intentos de repunte de las últimas jornadas podrían tener las patas muy cortas. De hecho, el Índice de Miedo y Codicia Cripto ha subido a 25 puntos, lo que sugiere que los operadores podrían estar alejándose del pesimismo extremo, pero sin asumir más riesgo.
"El mercado cripto está haciendo un nuevo intento de crecimiento, pero esto aún no es una recuperación. Los intentos de devolver el rendimiento acumulado en el año a cero son poco consuelo", señala Kuptsikevich.
En este sentido, los datos de CoinGlass muestran que la criptomoneda reina ha caído más de un 20% en lo que va de cuarto trimestre de 2025, algo inusual y que ha convertido este período en uno de los peores de la historia para el bitcoin. Desde 2022 que el criptoactivo no cierra un cuarto trimestre con pérdidas (-14,75%) y entonces estuvo muy condicionado por el colapso de importantes plataformas como FTX. En los dos últimos años, bitcoin ha subido un 47,7% y un 56,9% entre octubre y diciembre, un período en el que las subidas alcanzan un promedio del 77% desde que se tienen datos.
Cabe señalar que los analistas apuntan que el mercado está siendo especialmente vulnerable durante la sesión bursátil estadounidense, ya que es dónde se están evaporando las ganancias conseguidas durante las horas de actividad en Asia y Europa.
Javier Molina, analista sénior de mercados de eToro, destaca que el mercado, tanto de criptoactivos como de renta variable, afronta los últimos compases del año "en un estado que, paradójicamente, combina fortaleza y fragilidad". La política monetaria se ha vuelto acomodaticia y el sentimiento parece empezar a reflejar "un escenario demasiado benigno en relación con los riesgos que se acumulan por debajo".
En cuanto al bitcoin, este experto destaca que el marco tradicional ya no vale para entender al criptoactivo, que este 2025 ha demostrado que "no es un producto de consumo ni una tendencia cultural". "En 2025, la narrativa ya no gira en torno a su supervivencia, sino a su encaje dentro del sistema financiero. Puede discutirse su papel final, su escala o su impacto, pero no su naturaleza pues no es un juguete financiero, sino una tesis monetaria que ha demostrado resiliencia en un sistema en transformación", agrega.
"Desde un punto de vista técnico, seguimos en la necesidad ver precios por encima de los 94.000 dólares con aumento de volumen para dejar atrás el riesgo de caídas superiores. Si lo hace, el camino a los 100.000 podría despejarse. Por abajo, son los 84.000 los niveles que sujetan en el corto plazo los precios, siendo los 80.000 la verdadera referencia a no perderse. Si lo hace, objetivo en los 76.000 primero y los 73.000 después", concluye.
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