La afirmación “Solana es Bitcoin 3.0” encendió el debate en la comunidad cripto tras un extenso análisis de Justin Bons, fundador y CIO de Cyber Capital. Según su postura, Solana supera a Bitcoin en descentralización, escalabilidad, programabilidad, privacidad, seguridad y escasez, basándose exclusivamente en métricas objetivas y verificables.
El planteamiento va más allá de la narrativa. Bons sostiene que, si se comparan los datos reales de ambas redes, Solana representa una evolución tecnológica alineada con los valores cypherpunk originales, mientras que Bitcoin habría quedado limitado por su propio diseño.
Descentralización y escalabilidad: métricas vs. narrativas
La descentralización, según Justin Bons, no es un concepto absoluto, sino un espectro medible mediante indicadores concretos. Uno de ellos es el coeficiente de Nakamoto, que mide cuántas entidades serían necesarias para comprometer una red.
En este punto, Bitcoin registra un coeficiente de 3, mientras que Solana alcanza 21, lo que sugiere una mayor distribución del poder en esta última.
Otro indicador es el número de validadores. Bitcoin, al depender de pools y mineros individuales, cuenta con 92 entidades relevantes, frente a los 827 validadores activos en Solana. Para Bons, esta diferencia refuerza la idea de una red más distribuida.
En términos de gobernanza, el ananalista se muestra contundente. Bitcoin se rige por decisiones centralizadas en torno a Bitcoin Core, mientras que Solana utiliza un modelo de gobernanza basado en stakeholders. Esta estructura, según el CIO de Cyber Capital, permite una evolución más flexible y representativa.
La escalabilidad es otro eje clave. Bons afirma que Solana tiene una capacidad 2,857x mayor y es 1,538x más rápida que Bitcoin.
Esta diferencia implica que Bitcoin no podría soportar un uso masivo sin colapsar, generando colas de transacciones que durarían meses o incluso décadas. En contraste, Solana tendría la capacidad suficiente para operar como infraestructura financiera global en el presente.
“SOL superará a BTC y ETH en cinco años. En la trayectoria actual, SOL tendría que cometer un grave error para perder su liderazgo. Un avance tecnológico desconocido también podría desafiar a SOL. Pero en este momento, nada es 10x mejor, algo que generalmente se necesita para superar a un operador actual”, resaltó Bons en otro post en X (antes Twitter.
Programabilidad, seguridad y escasez: argumentos que no reciben aprobación unánime
Desde la perspectiva de la programabilidad, Bons señala que Bitcoin carece de una máquina virtual Turing-completa, lo que limita el desarrollo de aplicaciones DeFi reales sobre su red. A su juicio, esta carencia empuja a los usuarios hacia custodios centralizados para acceder a servicios financieros, contradiciendo el espíritu original de las criptomonedas.
Solana, en cambio, cuenta con la Solana Virtual Machine (SVM), lo que permite la creación de aplicaciones DeFi complejas y escalables. Esta combinación de programabilidad y rendimiento también abre la puerta a soluciones de privacidad mediante contratos inteligentes de terceros, algo que Bitcoin no podría soportar a gran escala.
En materia de seguridad, Bons compara el costo económico de un ataque. Bitcoin presenta un presupuesto de seguridad estimado en 8,44 mil millones de dólares, mientras que Solana alcanzaría los 21,1 mil millones, considerando participación en staking, comisiones, MEV e inflación.
Relativamente, el presupuesto de seguridad de Bitcoin representa el 0,47% de su capitalización, frente al 28% en Solana.
Solana is Bitcoin 3.0
— Justin Bons (@Justin_Bons) December 14, 2025
SOL is more decentralized, more scalable, more programmable, more private, more secure & more scarce
All based on measurable objective metrics!
So, if you care about cypherpunk values, stop playing pretend with a pet rock & join the crypto revolution: 🧵…
Sobre la escasez, el análisis cuestiona la sostenibilidad del modelo de Bitcoin. Bons argumenta que el presupuesto de seguridad ha disminuido y podría hacer rentables los ataques del 51% en el futuro, forzando un aumento de la inflación.
En Solana, el diseño contempla una inflación residual del 1.5% combinada con quema de comisiones, lo que podría derivar en una oferta decreciente si el uso de la red crece.
A pesar de los datos y las métricas presentadas, el planteamiento del fundador de Cyber Capital no estuvo exento de fuertes críticas.
“Llamar a Solana ‘Bitcoin 3.0’ es una tontería. El rendimiento y la programabilidad no son sinónimo de descentralización, seguridad o valores cypherpunk. Sin permiso ≠ descentralizado. Seguridad TPS ≠ . Cambio de supuestos de política monetaria ≠ dinero sano. BTC y SOL resuelven problemas diferentes. Afirmar una superioridad objetiva sólo demuestra una falta de comprensión de las compensaciones”, respondió Sabih.
Al mismo tiempo, CryptoFlute señaló que calificar a Solana como “Bitcoin 3.0” supone un error conceptual. Para el entusiasta, Bitcoin es un protocolo monetario diseñado principalmente para garantizar la inmutabilidad y la neutralidad.
“[En cambio] Solana es una cadena de aplicaciones de alto rendimiento optimizada para la velocidad y el coste. Estas compensaciones son la clave, no un defecto, resaltó CryptoFlute.
En resumen
Justin Bons sostiene que Solana es Bitcoin 3.0 porque, según sus métricas, supera a Bitcoin en todos los aspectos técnicos clave que definen una blockchain moderna.
El CIO de Cyber Capital plantea una pregunta incómoda para el ecosistema: si los datos contradicen la narrativa, ¿Hasta qué punto la fidelidad a Bitcoin responde a principios o a tribalismo tecnológico?